Cómo conseguir que tu perro no quiera comerse a las visitas
Empiezas a pensar que tu perro intenta boicotear tu vida social. Las visitas huyen un poco asustadas de tu casa, y tú te quedas con mal sabor de boca. Mientras, tu perra te mira con una sonrisa de oreja a oreja mientras jadea, como si no hubiera roto un plato. Qué tía, después del pollo que te ha montado, ladrando como una poseída a tus invitados. Has tenido que encerrarla en una habitación, o la has sacado al jardín, pero no te sientes nada bien manejando así la situación. Regañarla y castigarla tampoco funciona, y te empiezas a dar cuenta de que haciéndolo sólo consigues asustarla y no que se sienta a gusto y relajada con las visitas.
Bueno, no paniques. No eres el único. La reactividad es uno de los principales problemas de comportamiento que sufren los perros, y uno de los que más frustración genera a sus familias (y a ellos).